El Faro de Triana
Situado al inicio del Puente de Triana nos encontramos con uno de esos establecimientos que le dan un sabor especial a Sevilla, formando junto con la capilla del Carmen la puerta de entrada al antiguo barrio. Por la forma de su edificio y la localización en la que se encuentra, el Faro de Triana se ha convertido en uno de esos rincones especiales de nuestra ciudad. Desde sus inicios como oficina y muelle para el trayecto de barcos de vapor Sevilla-Sanlúcar, hasta convertirse en el restaurante que es hoy, con unas vistas inmejorables de la ciudad. A continuación indagaremos un poco más en su historia.
La vida de este edificio está ligada a la construcción del puente de Triana que se inauguró en 1852, aunque aún deberían pasar algunos años hasta la creación de esta oficina. En esta foto de Lucién Levy de 1882 apreciamos que aún no están construidos ni el “Faro de Triana” ni la capilla del Carmen.
En esta otra imagen de principios del siglo XX vemos mejor el lugar donde años más tarde se edificaría la estación de la compañía de vapores entre Sevilla y Sanlúcar, quedando patente su proximidad al río, que por aquel entonces aún corría de manera natural por su cauce.
A continuación distinguimos claramente cómo el Guadalquivir en 1912 aún sobrepasaba sus límites, inundando la zona a su paso. No obstante, el edificio aún tendría que esperar 10 años para ver la luz, ya que podemos observar cómo la zona se convertía en una auténtica isla unida al puente.
No es hasta el 28 de enero de 1922 cuando el Marqués de Olaso decide crear una compañía de barcos de vapor uniendo Sevilla con Sanlúcar. Al poco tiempo dicha compañía, con bandera negra y cruz roja, comienza a funcionar construyendo nuestro actual Faro, llamado por aquel entonces “Estación Puente de Triana”. En la siguiente fotografía apreciamos dos cartas enviadas desde dicha estación por el pago de algunas cantidades.
La empresa disponía de muelle propio bajo el edificio y de varios barcos de vapor que realizaban el trayecto durante todo el año, tardando una media de cuatro horas y media. Sin embargo, la mayor afluencia de pasajeros era en los meses de verano, convirtiendo a Sanlúcar en la playa de Sevilla. Como podemos ver en la siguiente imagen los nombres de los barcos hacían referencia al recorrido, tales como Triana, Sanlúcar, San Telmo, etc.
En la siguiente imagen de 1929 observamos aproximadamente cómo el edificio del Faro de Triana está realizado desde hace años y mantiene su funcionalidad inicial de oficina. Además también se ve justo enfrente la Capilla del Carmen, finalizada para la Exposición Iberoamericana de 1929, lo que crea la puerta de entrada al barrio con dos torres: la de la capilla y la del Faro con su reloj.
En la siguiente fotografía de 1932 apreciamos mejor el Faro de Triana con su estructura de oficina de la compañía de vapores y su famoso reloj que actualmente da las horas al compás de una soleá. Podemos distinguir además las maravillosas vistas que ofrece el edificio. A sus pies, tras las escaleras, vemos el Kiosko de las Flores creado en 1930.
Tras el cierre de la “Compañía de vapores Sevilla-Sanlúcar-Mar” el edificio, después de varios usos, ha terminado siendo un bar-restaurante que acoge el nombre por el que desde siempre los trianeros y sevillanos lo habían conocido: El Faro de Triana.
Sin lugar a dudas el Faro de Triana es un sitio con encanto e historia digno de ser visitado, con unas vistas únicas de Sevilla, su puerto histórico, sus principales monumentos y Triana. Por este motivo es uno de esos pequeños rincones de la ciudad que te enseñarán cómo sabe Sevilla.
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